De este modo se busca mejorar la conectividad digital de alta calidad, impulsar la economía digital en la UE y asegurar que todas las regiones puedan beneficiarse de redes modernas.
Principales medidas
Algunos de los ejes principales del reglamento son los siguientes:
Acceso y reutilización de infraestructuras físicas existentes: los operadores de redes deberán tener acceso razonable a infraestructuras pasivas existentes (conductos, postes, ductos, etc.), para evitar duplicaciones innecesarias de obra.
Puntos de información únicos: se crean obligaciones de disponer de “ventanillas únicas” o puntos de información que faciliten conocer las infraestructuras existentes y las obras civiles previstas (su ubicación, tipo, uso, etc.).
Coordinación de obras civiles: se busca que los diversos trabajos de despliegue de infraestructura estén mejor coordinados (por ejemplo, cuando se realicen obras de carreteras, redes… para aprovechar excavaciones) para reducir costes y molestias.
Permisos y tramitación armonizada: el reglamento impone que los Estados miembros adopten procedimientos más simplificados, armonizados y con plazos claros para los permisos de despliegue de redes de muy alta capacidad. En algunos casos se contempla el “silencio positivo” (si no se responde en plazo, se entiende concedido).
Exención de autorización en determinadas obras menores: se señala que determinadas obras civiles de escasa entidad (por ejemplo mantenimiento, pequeñas mejoras) pueden quedar exentas de permiso previo, lo que reduce cargas administrativas.
Transparencia de datos: se exige que la localización georreferenciada de infraestructuras físicas, su tipo y uso sea recopilada y puesta a disposición para facilitar la planificación de despliegues.
Modificación y derogación
Este reglamento modifica el Reglamento (UE) 2015/2120 en lo que respecta a la red de gigabit, reforzando obligaciones de conectividad y acceso.
Deroga la Directiva 2014/61/UE, que hasta ahora regulaba medidas para reducir el coste del despliegue de las redes de comunicaciones electrónicas de alta velocidad.
Vigencia y plazos de aplicación
El reglamento está directamente aplicable en todos los Estados miembros sin necesidad de transposición.
Entró en vigor el 12 de noviembre de 2025.
Algunas disposiciones tienen plazos de aplicación diferida (por ejemplo: ciertos artículos se aplican a partir de 12 de febrero de 2026, otros a 12 de mayo de 2026).
Impactos esperados y clave para España
Reducción del coste y tiempo de despliegue de fibra óptica y redes 5G, lo cual puede favorecer cobertura más rápida y eficiente, especialmente en zonas rurales o de difícil acceso.
Mejora de la competencia al facilitar que operadores más pequeños accedan a infraestructuras existentes en lugar de tener que construir todo desde cero.
Afecta a ámbitos de telecomunicaciones, urbanismo, obras civiles, medio ambiente y administración pública, requiriendo coordinación entre distintos niveles de gobierno (estatal, autonómico, local) y entre distintas infraestructuras (telecomunicaciones, electricidad, transporte).
En España, los operadores, las administraciones autonómicas y locales deberán adaptar sus procedimientos para cumplir con los plazos, ventanillas únicas, georreferenciación de infraestructuras, exenciones de permiso para obras menores, etc.
Conclusión
El Reglamento (UE) 2024/1309 constituye un paso significativo en la estrategia digital de la Unión Europea, al tratar de eliminar barreras al despliegue de redes de muy alta capacidad, reducir costes y tiempos, fomentar reutilización de infraestructuras y simplificar trámites. Para España supone un reto de adaptación de normativa y procedimientos, pero también una oportunidad para acelerar la cobertura de fibra y 5G y mejorar la conectividad en todo el territorio.

