El despliegue global de redes 5G públicas se encuentra todavía en la fase inicial y parece probable que pasen algunos años hasta que se produzca una adopción generalizada. Sin embargo, las redes privadas 5G están tomando la delantera, impulsadas por la asignación de más espectro por parte de los reguladores. Gracias al acceso a este espectro, las organizaciones pueden construir y mantener sus propias redes.
Según un informe reciente de Deloitte, cientos de miles de organizaciones comenzarán el despliegue de redes privadas 5G en los próximos diez años como consecuencia de la mayor resiliencia de dispositivos inalámbricos, sensores y soluciones de inteligencia artificial (IA).

Beneficios para las empresas
Una red privada 5G no comparte tráfico con otras redes móviles. Por ello, es una red segura que dota de la capacidad de personalizar la solución y adaptarse a las necesidades de empresas y clientes (en interiores y en exterior) en sectores como distribución, sanidad, entretenimiento, manufactura, transporte y educación.
Con una red 5G privada, las empresas públicas o privadas pueden personalizar la experiencia 5G al proporcionar mejoras en velocidad, capacidad de ancho de banda, seguridad y conectividad de baja latencia. Además, estas redes privadas se pueden desplegar incluso si la ubicación no se encuentra dentro de un área de cobertura 5G pública.
A la hora de construir una red privada 5G, las organizaciones deben adquirir espectro de organismos públicos, operadores móviles (MNO) o cualquier otro proveedor, así como los equipos 5G necesarios, incluyendo estaciones base y mini torres de compañías de infraestructura de red. A su vez, estos equipos se conectarán a teléfonos móviles, routers o módulos embebidos.
Las organizaciones pueden crear su red privada 5G “internamente” si cuentan con el conocimiento y los recursos requeridos o, como alternativa, confiar el proceso a operadores móviles o integradores de sistema.

Evolución de las redes móviles privadas
La idea de las redes móviles privadas existe desde hace tiempo, con la introducción de la tecnología 4G LTE (Long Term Evolution).
A pesar de que estas redes wifi son de bajo coste y se encuentran disponibles en muchos dispositivos, los estándares de tecnología inalámbrica 4G no son capaces de soportar los requisitos de las organizaciones.
Por el otro lado, 5G respalda velocidades de transmisión hasta cien veces más rápidas que 4G LTE.
En particular, los centros de producción demandan niveles de fiabilidad, velocidad y cobertura que pueden ser satisfechos por las redes privadas 5G, que ofrecen la oportunidad de minimizar el cableado y conseguir un entorno más seguro y con mayor movilidad.
El despliegue de una red privada en una factoría también allana el camino a la implementación de IA, aprendizaje automático (ML) y aprendizaje profundo (DL) sin interrumpir la línea de producción y la cadena de suministro.

Los retos en el despliegue de redes privadas 5G
En el despliegue, los dispositivos, los equipos y las aplicaciones 5G deben poder operar en el espectro inalámbrico usado por la red e integrarse fácilmente. Por ello, hay que disponer de la ayuda de empresas e integradores de sistema experimentados que puedan responder a todos los requisitos.
A pesar de estos desafíos, compañías líderes en sus sectores, como Bosch, Ford y Fujitsu, están invirtiendo en redes privadas 5G “a prueba de futuro” para mantener su competitividad.
Y, como parece probable que el coste de despliegue disminuya a medida que haya más espectro disponible y más dispositivos conectados al ecosistema 5G, se allanará el camino para que fabricantes de menor tamaño y pymes también puedan beneficiarse de las redes privadas 5G.
Por todas estas razones, queda claro que hay que apostar por empresas de confianza a la hora de poner en marcha redes privadas 5G. Así, Grupo COFITEL, compañía especializada en soluciones para comunicaciones y su socio VIAVI Solutions poseen el catálogo más completo de soluciones de validación, verificación y visibilidad para redes privadas 5G de cualquier tamaño.