El dominio del espectro electromagnético es uno de los factores menos conocidos, pero a su vez más importantes para asegurar las capacidades operativas de un ejército y la seguridad de cualquier país. La Dirección General de Armamento y Material (DGAM) ha adjudicado a Indra un contrato para desarrollar y probar dentro del programa nacional de Defensa Electrónica Santiago la nueva generación de sistemas de inteligencia electrónica que facilitan la detección y generación de información estratégica para asegurar el acceso y utilización del espectro electromagnético a nuestras Fuerzas Armadas.

Cada vez que surge una crisis en cualquier punto del planeta y se activa una misión internacional para estabilizar la zona, todo el trabajo previo de recogida de inteligencia sobre los sistemas electrónicos que utiliza el adversario se convierte en uno de los activos más importantes para garantizar la superioridad del ejército.

Esta es la información que buques, aeronaves y plataformas terrestres utilizan para conseguir que sus radares, sensores y sistemas de comunicaciones conserven sus capacidades, pese a los intentos del enemigo de interferir en su funcionamiento, y que permite limitar, a su vez, las capacidades del adversario. Conocer la huella electromagnética de los radares que utiliza cada navío, aeronave o estación terrestre resulta de vital importancia para detectar amenazas, evitar ataques o escoger la contramedida más adecuada para protegerse.

Pero la evolución constante de los sistemas del enemigo y la revolución que ha supuesto su digitalización obliga a las Fuerzas Armadas a actualizar de forma permanente sus capacidades. Para ello, Indra está abordando el desarrollo de sistemas de inteligencia electrónica (ELINT) que refuerzan la habilidad de la Armada para detectar, clasificar y extraer inteligencia de las señales emitidas por los radares de otros ejércitos.

El sistema incorpora los últimos avances de procesamiento digital de la señal que permiten a la Armada adaptarse de forma más flexible a cualquier entorno de operación. Se trata de un sistema que ofrece mayor rendimiento, alcance y sensibilidad, y que permite recoger datos de forma más ágil, cubriendo simultáneamente un mayor ancho de banda para detectar los radares de baja probabilidad de interceptación que emplean algunas plataformas para tratar de ocultarse. Su menor tamaño y consumo de energía reduce por otra parte la huella logística del ejército, facilitando operaciones más largas y sin interrupciones.

El demostrador que entregará Indra y que se instalará en uno de los buques de la Armada incorpora los bloques tecnológicos que servirán de base para el desarrollo de las futuras capacidades de inteligencia electrónica del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire y del Espacio, aprovechando de esta forma al máximo los recursos disponibles y avanzando hacia sistemas que puedan integrarse y compartir datos de forma más fluida.